Ayer tuvimos la suerte de asistir a una lección de teatro. Dura y contundente la obra nos puso ante los ojos a una pareja herida, dominada por la bebida y la autodestrucción. A pesar de la dureza terminamos con la buena sensación de haber visto un trabajo fantástico, con una estupenda ambientación y una mejor interpretación.
Ahora resta recibir vuestras reseñas. Las dos mejores tendrán una invitación para Roberto Zucco, la obra del próximo viernes. Otra propuesta que no nos dejará indiferentes.