RESEÑA DE JUAN CARLOS DURÁN ( 1º BACH A)
El libro El niño con el pijama de rayas está desarrollado en la época del holocausto, la historia trata sobre un niño de 9 años, Bruno, que vive en Berlín con su familia: padre, madre, su hermana Gretel y algunos criados, entre ellos María. Bruno se pone triste al recibir la mala noticia de que se tiene que trasladar a Auschwitz.
La nueva idea no le gusta nada a Bruno, porque el único entretenimiento que tiene es un columpio hecho con un neumático o hablar con la antipática de su hermana. La casa no tiene nada de especial, hasta que a través de la ventana de su cuarto descubre una especie de granja, perspectiva que tienen él y su hermana.
Un día salió a explorar al bosque cercano a su casa, y descubrió la larga valla que había divisado desde su cuarto; descubre a un joven niño de su edad, Shmuel.
Shmuel tiene su misma edad, pero llevan vida totalmente diferente, Bruno es hijo de un alto cargo, mientras que Shmuel es hijo de judíos, y por ello se encuentra allí. Ambos niños niños se hacen muy amigos, hasta el punto que a Bruno comienza a gustarle vivir en su nueva casa.
Al pasar un año, Madre decide volver a Berlín, ese día Bruno había ido a la valla con la intención de ayudar a Shmuel a encontrar a su padre. Bruno se coloca el pijama que le ha conseguido Shmuel y atraviesa la valla. Cuando entran son empujados por los soldados y agrupados con los demás, son llevados a una habitación con mucha más gente vestida con el mismo uniforme, Bruno y Shmuel no saben que va a suceder, pero los dos creen vivir una aventura en la cual el propósito es encontrar al padre de su amigo.
VALORACIÓN
El libro te hace ver la inocencia en la que vive un niño, el cual no entiende de diferencias ni del trabajo tan monstruoso que hace su padre. Este libro te enseña lo fuerte que puede llegar a ser la fantasía con la que viven los diferentes sucesos los niños. El final hace ver cómo Padre se replantea verdaderamente lo que ha estado haciendo, y que perder a su hijo ha sido un fuerte palo para el, un comandante y con grandes cargos. Uno de los mejores libro que me he leído, ya que te hace enternecerte a cada página que avanzas, sin duda muy recomendable para todo tipo de lectores, ya que no hay forma de que no guste este fántastico libro

RESEÑA DE ELIAS VALVERDE LÓPEZ ( 3º A)
Este libro relata la historia de Bruno un chico de 9 años. Bruno vivía en Berlín (Alemania) con su padre, su madre, Gretel (la «tonta de remate», su hermana mayor) y con María (la criada). Un día cuando Bruno regresó del colegio se encontró a María haciendo las maletas. Al ver esto Bruno le preguntó a su madre qué era lo que estaba pasando, y ésta le contó que el Furias (el jefe del Padre) los había destinado a otro pueblo.
Por esto la familia se tuvo que mudar a una casa en Auschwitz. Al principio a Bruno no le gustó nada la idea de mudarse, ya que había tenido que dejar a sus tres mejores amigos de toda la vida, a sus abuelos y a la casa de Berlín que tanto le gustaba.
Cuando Bruno llega a su nuevo cuarto, en lo primero que se fija, es en la alambrada que se observa desde la ventana, y en los padres, niños, tíos y abuelos que habitan dentro de esta alambrada.
Un día a Bruno se le ocurre la idea de explorar aquel nuevo sitio donde vivía por obligación, como para su criterio la casa era demasiado pequeña, se fue a explorar hacia la alambrada. Cuando llevaba ya una hora explorando y estaba a punto de tirar la toalla, consiguió ver un puntito, que a medida que se fue acercando se convirtió en un niño. Así es como conoce a un nuevo amigo, Schmuel, un niño de su misma edad que vive al otro lado de la alambrada, aunque a Bruno le cayó muy bien su nuevo amigo, le sorprendió la ausencia de pelos en su cabeza y lo bajo y flaco que era. Estos niños de la misma edad empezaron a quedar para hablar juntos en el mismo lugar día tras día, y así se hicieron amigos.
Al pasar un año, Bruno ya se había acostumbrado a esa nueva casa, e incluso se podría decir que ya le gustaba. Todos los días seguía quedando con Schmuel para hablar hasta la hora de cenar. Un día mientras Bruno intentaba hablar con Gretel (la tonta de remate) esta pegó un grito al darse cuenta de la presencia de un huevo de piojo en su cabeza. Padre al enterarse de la plaga a la que estaban sometidos sus hijos decidió acabar con el problema de raíz, es decir, rapándoles.
Bruno se daba cuenta de que su madre discutía a menudo con su padre porque no se sentía a gusto en la casa de Aschwitz así que decidió marcharse con Bruno y Gretel a Berlín. Unos días antes de su vuelta a Berlín Bruno fue a contarle a su amigo la mala noticia, con la que se puso muy triste. Cuando se estaba acabando la tarde a ambos se le ocurrió una idea, quedarían al día siguiente por última vez, pero ese día habría una diferencia, por fin podrían jugar juntos a los exploradores. Aprovechando que a Bruno le habían cortado el pelo y por ello (según los niños) se parecía bastante a Schmuel y aprovechando el hueco que había debajo de la alambrada por el que podía pasar un niño, decidieron que Bruno pasara al otro lado, y así jugarían por fin juntos y además podrían buscar al padre de Schmuel que llevaba desparecido unos días. El plan estaba completo pero, solo faltaba una cosa, el disfraz (un pijama de rayas), un problema al que se ofreció resolver Schmuel que sabía donde se guardaban estos.
El día pasó y al fin llegó la hora de que los amigos jugaran juntos por primera y última vez. Cuando Bruno llegó al tramo de la alambrada, se encontró con su amigo con un pijama de rayas en la mano. Bruno no dudó en ponérselo y, acto seguido entró por el agujero en el otro lado de la alambrada. Cuando llevaban horas buscando alguna pista para poder encontrar al padre de Schmuel, empezó a llover. Al ver Bruno que se estaba mojando se despidió de su amigo y se dispuso a irse cuando, aparecieron unos soldados empujando a muchas personas que vestían con pijamas de rayas. Bruno y Schmuel se mezclaron con estas personas, y los soldados los condujeron a una habitación oscura y cálida.
Nada más se supo de Bruno, Madre y Gretel retrasaron su viaje, pero al cabo de unos días volvieron a Berlín. Unos días más tarde unos soldados encontraron la ropa que Bruno había dejado en la alambrada, el día que se había puesto el pijama de rayas. Padre se quedó un año entero en Auschwitz y poco a poco fue uniendo todas las piezas hasta comprender lo que había pasado con su hijo. Al cabo de un tiempo unos soldados se llevaron al padre.
VALORACIÓN:
El argumento del libro me ha gustado, pero me ha parecido una historia muy triste, ya que esta historia, en cierto modo es real; pensar que personas pudieron hacer tanto daño sólo porque se creían superiores al resto de la humanidad es realmente horrible. Libros como este nos deberían ayudar a reflexionar sobre la condición del ser humano. Todos somos iguales independientemente de la religión, raza, costumbres o pensamiento.
El escritor John Boyne es capaz de darle a los personajes vida propia, es decir, cuando se está leyendo este libro, el lector se pone triste cuando el personaje está triste, y se ríe cuando el personaje está contento. Además ningún personaje siente, piensa o es igual. El libro me ha gustado mucho y me gustaría que más gente pudiera disfrutar de él.
Por último, para aquellos que también se lean este libro, me gustaría recomendarles la película «La ola» que trata sobre la conciencia de un profesor alemán sobre la posibilidad de poder volver a una dictadura como la Nazi, y por lo tanto el cuidado que se debe tener a la hora de seguir ciegamente a alguien.