Hoy hemos tenido la segunda reunión del curso del Club de Lectura «Capitán Beatty». La excusa ha sido hablar de Lo que me está pasando, la novela gráfica de Miguel Brieva.
Hemos hablado de la biografía de este historietista sevillano. Sus comienzos como novelista autoeditado hasta su evolución hacia trabajos de mayor calado.
La obra que hemos leído nace al calor de la crisis económica de 2008 y sus consecuencias. Esta obra presenta a Víctor Menta, un joven de 32 años en plena crisis personal y emocional. Una persona cuyas aspiraciones no se ven satisfechas por una realidad que cada vez más le asfixia entre la apatía, la desidia y los porros. Esta novela gráfica supone un paso al frente para adentrarnos en un mundo en el que la realidad se ve invadida por un mundo onírico repleto de ensoñaciones en las que todo es posible y a través de ellas nos sumerge en una situación de pérdida y angustia.
Claramente la charla se ha visto polarizada por el factor generacional. Los alumnos, debido a su juventud, difícilmente comprendían qué es formarte para conseguir un futuro mejor y sentirte frustrado al no alcanzarlo. No obstante, han dado una lección de perspicacia y sensibilidad al dejar patente su capacidad para empatizar con el personaje y el discurso, así como aclarar cuáles son sus referentes en la vida y, por supuesto, apreciar el vehículo escogido por Miguel Brieva para contar esta historia.
Del otro lado se levantaba la visión de los lectores adultos, aquellos que en mayor o menor medida hemos experimentado esa zozobra de no controlar tu vida, el enfrentarnos a una situación en la que muchas veces no se corresponden realidad y expectativas de vida… hasta llegar a disertar acerca de qué es la felicidad o en qué circunstancias reside esta.
En estos momentos solo puedo pensar en las palabras del autor cuando hablaba de la infancia y la educación en una entrevista y afirmaba que «en una sociedad inmoral como la nuestra, los niños adoptan los hábitos que les harán sobrevivir más cómodamente. Por eso, en esa circunstancias, cada persona con conciencia y dignidad es como un pequeño milagro en sí mismo«.
Esta tarde han destacado esos momentos de generosidad en los que diferentes miembros del club han compartido una parte de quiénes y cómo son, se han atrevido a argumentar con experiencias personales y puesto sobre la mesa experiencias muy personales.
Para cerrar este post, me encantaría agradecer a los asistentes de hoy que hayan hecho el esfuerzo de estar en la biblioteca a las 16:00 horas. Especialmente para los alumnos y alumnas, me gustaría terminar con una cita de Miguel Brieva pues no puedo estar más de acuerdo y agradecido por este momento:
«La educación es el lugar. Pensando en positivo, cada nueva generación (20 años) supone la posibilidad de regenerar por entero nuestra especie. Es decir, aunque hayamos actuado en cierta manera como autómatas durante siglos trasmitiendo esos valores nefastos una y otra vez, ello no quita que, con un cambio de conciencia, pudiéramos alumbrar, en dos o tres décadas y casi por primera vez en la historia, una generación de personas verdaderamente libres.»