Dentro de la asignatura de Literatura Universal, hemos realizado una actividad (Cine y literatura) en la que analizamos una adaptación al cine de una obra literaria importante. En este caso, como estábamos viendo el teatro en el siglo XX, hemos abordado la figura de Arthur Miller y su teatro viendo la adaptación de Las brujas de Salem.
En el año 1996, Nicholas Hytner hizo una adaptación de esta obra con guión del propio Arthur Miller y bajo el título de El Crisol. La historia relata cómo en 1692, en la puritana ciudad de Salem (Massachussetts), un grupo de chicas es acusado de practicar la brujería. Una de ellas, Abigail Williams, procesada por esta razón, presenta a su vez cargos contra John Proctor y su esposa Elizabeth para vengarse de ellos: cuando fue su sirvienta tuvo una aventura con John, que acabó rechazándola para volver con su mujer.
Este es el punto de arranque de una trama que da forma a la expresión «caza de brujas» y muestra una paleta de sentimientos ante el temor a lo desconocido, la justicia y cómo se hace justicia y quién la imparte y deja ver cómo las ideas y los extremismos religiosos (en algo que no se ve) hace que se lleguen a cometer verdaderas persecuciones poniendo a Dios y la fe como excusa bajo la que todo tiene cabida.
El reparto encabezado por Daniel Day-Lewis, Winona Ryder y Joan Allen desmenuza a través de diálogos cargados de lucidez lo que es perseguir, mentir y sentirse perseguido. Las interpretaciones del trío protagonista son atinadas pero también hay un plantel de personajes secundarios que en la trama cobran peso por lo que representan en una sociedad tan cerrada como asfixiante y dejan claro que eso no necesariamente puede suceder en una comunidad pequeña.